lunes, 7 de julio de 2014

Consejos para padres de niños deportistas

Si alguna vez has acudido a ver una competición infantil, ya sea un partido de fútbol o una carrera de karts, habrás observado el comportamiento exagerado, abusivo e incluso avasallador que tienen algunos padres hacia los rivales pero también hacia sus propios hijos cuando éstos no se comportan como a ellos les gustaría. 

Si eres padre y quieres ayudar a tu hijo a cumplir su sueño deportivo (no el tuyo), te sugiero algunos consejos.
  1. Diversión. Los niños quieren divertirse y no demostrar nada a nadie y, en caso de ser así, es por miedo a decepcionar al padre. La principal causa de abandono de los deportes es por falta de diversión, algo que provoca el exceso de presión.
  2. Aprender pronto valores como compañerismo, integridad, y dedicación. En ese aspecto me parece genial cuando en competiciones de golf un niño comete una falta que nadie ha visto y él mismo avisa al árbitro. Os puedo asegurar que me saltan las lágrimas cada vez que he visto que un niño prefiere la honestidad a ganar un campeonato. Siento la certeza de que a ese niño, jugando a golf a nivel profesional, otro deporte, o cualquier actividad profesional que desempeñe en su vida, la vida le aguarda grandes cosas. Un ejemplo claro sería Andrés Iniesta cuando dice que su comportamiento no tiene ningún mérito ya que tan solo obedece a lo que le han enseñado en casa.
  3. Los niños no son adultos. Muchas veces creemos que, debido a una temprana madurez física que le aporta al niño suficiente altura y desarrollo muscular, estamos hablando con un adulto cuando sigue siendo un niño. Aunque pueda incluso aparentar madurez intelectual es perfectamente posible que todo sea una papel que desempeña porque así es como el padre quiere que se comporte. Debemos tenerlo en cuenta a la hora de establecer los niveles de exigencia a la que les sometemos tanto a nivel intelectual como atlético.
  4. Una gran cantidad de instrucciones puede llegar a bloquear al niño. Muchos entrenadores, en la búsqueda por entrenar a niños como si fueran adultos, les aportan una cantidad de información e instrucciones que no son capaces de asimilar. ¿Si les cuesta aprender a dividir cómo quieres que se aprenda una cantidad exagerada de jugadas? Tantas instrucciones, y la presión por no cometer errores que puedan defraudar a padre y entrenador, hace que no se diviertan, lo que nos lleva al primer punto.
  5. El padre como mentor. Aunque los padres prefieran no presionar al hijo para que haga lo que quiera en relación con deporte, tampoco hay que perder la cabeza. Los niños admiran a los padres, quieren ser como ellos, y un buen feedback de vez en cuando no viene mal. En ese sentido resulta determinante que por cada input negativo que reciba el niño de parte de sus progenitores, reciba otro positivo. Seguro que no todo lo que hace el niño está mal y si realmente así lo ves entonces mejor no digas nada. Tu hijo te lo agradecerá el día de mañana.