Instrucciones:
1) Reconoce que hasta cierta edad, los bebés no tienen la capacidad física
para dormir toda la noche. Los recién nacidos tienen una necesidad fisiológica
de tomar leche cada pocas horas para mantenerse hidratados y nutridos. Tratar
de hacer que un bebé duerma toda la noche siendo muy pequeño puede ser
perjudicial para la salud del bebé. Los recién nacidos necesitan comer con una
frecuencia de cada dos horas. A la edad de 3 a 4 meses, más saludables, bebés
nacidos a término son capaces de dormir toda la noche.
2) Ten expectativas realistas. Muchos médicos citan los
cuatro meses como la edad en que los bebés están listos para "dormir toda
la noche" sin comer, pero ten en cuenta también que dormir toda la noche
se define como un tramo de cinco o seis horas de sueño ininterrumpido. Si te
sientes sin sueño, anímate a dormir cuando el bebé lo haga, no trates de poner
a tu bebé a dormir durante las horas de la noche antes de que tu mismo tengas
la intención de irte a dormir.
3) Alimenta a tu bebé justo antes de que quieras que
duerma, idealmente antes de acostarse por la noche. Algunos expertos bien
intencionados aconsejan no hacerlo porque creen que el bebé se convertirá en
dependiente de los alimentos para conciliar el sueño. Sin embargo, los bebés
están biológicamente programados para conciliar el sueño después de comer y
tiene sentido tomar ventaja de esto en lugar de luchar contra la naturaleza. En
este caso, toma mucho más trabajo para evitar la formación de un hábito que
para romperlo más tarde, cuando el niño madure.
4) Elige la hora de dormir para tu bebé. Para conseguir que el bebé duerma al caer la noche,
déjalo en su cama antes de que se encuentre demasiado cansado. Un bebé
demasiado cansado, paradójicamente, tiene más dificultad para conciliar el
sueño y permanecer dormido que un bebé puesto a dormir antes de quedar muy
cansado. Vas a querer estar en el medio de los procedimientos de la hora de dormir cuando el bebé comienza a
bostezar o a frotarse los ojos, en este momento, todavía se encuentra feliz y
relajado. Esto ayuda a desarrollar una idea de cuando tu bebé se cansa.
5) Ten cuidado antes de tomar a tu bebé cuando se
despierte durante la noche. Si él está en cierto peligro, levántalo y
consuélalo. Se sentirá más seguro sabiendo que sus necesidades serán atendidas
y no ignoradas. Trata de comenzar a distinguir entre los quejidos generales
frente a los gritos para llamar la atención. Algunos bebés se molestan un poco
cuando ocurren cambios entre los estados de sueño, si lo tomas cuando se queja,
en realidad puedes despertarlo totalmente, mientras que si esperas unos
minutos, puede volver a dormirse por sí solo. Puede tomarle mucho tiempo a los
padres el desarrollar instintos acerca de que gritos requieren atención contra
los que no.
6) Mantén las condiciones propicias para el sueño. Por ejemplo, es más fácil
mantener a tu bebé dormido si su habitación está a oscuras. El ruido blanco,
como el sonido del funcionamiento del ventilador o algo similar, hacen sentir
cómodos a algunos bebés. Otros duermen mejor si están envueltos (aunque si
pones a un bebé a dormir envuelto, asegúrate de que la manta no puede
desprenderse y acabar en su cara). Algunos pueden ser consolados con un
chupete. Experimenta para averiguar qué condiciones funcionan mejor para tu
bebé.
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