martes, 26 de marzo de 2013

Viajar con niños en Semana Santa: Playa, Ciudad, Campo y Montaña


Llego la temporada de Semana Santa 2013, si aun no tienes planes chequea estas opciones para viajar con bebés y niños ;)


Viajar a la playa con bebés y niños



La estrella de los viajes vacacionales es la playa. Para que nuestra estancia en la playa sea divertida y saludable, no debemos olvidar en la maleta los protectores solares, ropa adecuada, lentes de sol y sombrilla.



Pero sobre todo evita las horas centrales del día al sol. Este consejo forma parte de las precauciones básicas para protegerse de las radiaciones solares y prevenir un golpe de calor. A los bebés y niños hay que manternerlos bien hidratados en todo momento, pues son más sensibles a la falta de líquidos.



No es conveniente pasar demasiado tiempo en la playa, pero en cualquier caso, si llevamos comida hay que conservarla en buenas condiciones, protegiendo los alimentos del calor, en una nevera portátil. Como hemos comentado anteriormente, es imprescindible que llevemos una buena cantidad de agua para hidratarnos.





Viajar a ciudades con bebés y niños.



Los viajes a ciudades con bebés y niños son una experiencia genial y cómoda pues encontramos todas las facilidades y entretenimiento para todos los públicos.



En la ciudad no están restringidos ni los museos ni los parques infantiles, hay tiempo para cada cosa y siempre adaptando nuestra visita a las necesidades y gustos del niño.



En cuanto a los museos, muchos de ellos tienen recursos y visitas adaptadas a los más pequeños, una buena manera de que disfruten de la visita. 





Viajar al campo o montaña 


El campo y la montaña son destinos adecuados para hacer actividades como senderismo, o simplemente pasear rodeado de naturaleza, observando la fauna propia del lugar. 


A los niños les suele encantar este tipo de viajes en los que le entretenimiento es el entorno. Además, la mayoría de estos destinos están preparados para los niños, con actividades pensadas para ellos (paseos en bicicleta, en caballos, pequeños parques con animales…). Un viaje tranquilo, para disfrutar del entorno, en el que las casas rurales son las protagonistas como modo de alojamiento.


En estos viajes tienen que ir preparados con calzado cómodo y lociones contra los insectos que pueda haber, como mosquitos. Para nuestras excursiones, imprescindible llevar los alimentos y líquidos necesarios, así como protegerse del sol y hacer los descansos pertinentes.



Los bebés y niños siempre deben tener una ascensión lenta para darles tiempo a que su cuerpo se aclimate a la menor presión. Aunque no tengan edad de esquiar, pueden disfrutar jugando con la nieve o en el trineo, o simplemente paseando con los padres. 


No necesitamos otra precaución que la necesaria para proteger a los pequeños del frío y también de las radiaciones solares. Y, por supuesto, de las caídas en la nieve, para lo cual deberán llevar calzado adecuado y nosotros acompañarlos en todo momento.





Fuente: Bebé y más

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