Una buena alimentación es vital para
que el niño crezca sano y fuerte. Comer bien afecta no sólo a su crecimiento
físico, sino también a su desarrollo intelectual.
Una correcta alimentación del niño
durante los primeros años de vida puede repercutir positivamente en su estado
de salud, así como en su habilidad para aprender, comunicarse con los demás,
pensar y racionalizar, socializarse, adaptarse a nuevos ambientes y personas y,
sobre todo, en su rendimiento escolar.
Consejos para una nutritiva alimentación infantil
La alimentación es la base necesaria
para un buen desarrollo físico, psíquico y social de los niños. Por ello, una
dieta saludable es vital para que su crecimiento sea óptimo. Es recomendable no
abusar de las grasas vegetales y comer al menos, cinco veces al día frutas y
verduras. Una buena nutrición y la práctica de ejercicio es la primera línea de
defensa contra numerosas enfermedades infantiles que pueden dejar huellas en los
niños de por vida.
Una buena nutrición y una buena salud
están directamente conectadas a través del tiempo de vida, pero la conexión es
aún más vital durante la infancia. Durante este período, los niños pueden
adquirir buenos hábitos alimenticios en lo que se refiere a la variedad de los
alimentos y al sabor de las comidas.
Los efectos de la desnutrición en la
primera infancia (0 a 8 años) pueden ser devastadores y duraderos. Pueden
impedir el desarrollo intelectual, el rendimiento escolar y debilitar la salud
de los niños.
Fuente: Guia Infantil
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