Toda mujer debe equilibrar su vida para
convertirse en una buena mamá y esposa.
Aquí van algunos pasos que pueden ayudarte
a salir adelante y a disminuir el estrés que provoca ser una madre.
- Reserva tiempo para ti: Ya sea después de todas las obligaciones o al mediodía, pero siempre reserva al menos media hora sólo para ti, en la que no le sirvas a nadie y en la que puedas dedicarte a hacer lo que te gusta o te relaja.
- Planea una cita romántica: Cada dos semanas sal con tu pareja en plan romántico. Ese día deben salir solos y dedicarse a hablar de ustedes, de lo que les pasa, de lo que viven. Dejar el tema hijos para otra oportunidad.
- Escucha música tranquilizadora: Cuando vayas manejando, sobre todo, escucha música tranquilizadora, que no te acelere, sino que te ayude a tomar las cosas con más calma. Además, si vas con los niños, esa música los tranquilizará a ellos también.
- Sal con tus amigas: Sal de vez en cuando con tus amigas y diviértete de lo lindo. Verás lo terapéutico que resulta una conversación con las amigas.
- No te vuelvas loca limpiando: Si llegas a casa y resulta no estar tan limpia y ordenada como solía estarlo, pues olvídalo. Es irrelevante. No te vuelvas loca limpiando, mejor déjalo para cuando tengas más energía y aprovecha la que te queda en disfrutarla con tus hijos. Es mucho más gratificante.
- Habla con tu familia: Visita a tu familia, mamá, hermanos, tíos, habla con ellos de tus cosas, siempre tendrán un buen consejo para ti.
- Una madre moderna necesita hijos modernos: Que cada uno haga su cama, que ayuden con los quehaceres domésticos y que sean responsables en sus tareas escolares. Explícale que esto te ayudaría a estar más tiempo con ellos jugando en vez de estar persiguiéndolos porque no hicieron los deberes.
- Una cosa a la vez: Si te pones a hacer varias cosas al mismo tiempo, terminarás haciéndolas todas a medias. Así que olvídalo y dedícate de a una. Es decir, si tienes que terminar una presentación o un papeleo en el trabajo, termínalo y luego llama a casa para saber de los niños. Sino gastarás el doble de energía en tratar de retomar la tarea dejada a medias y estarás desconcentrada en la segunda.
- No eres perfecta: No te obsesiones con ser perfecta. Basta con que trates de mejorar y ser más humana. Esto es, dejar atrás las culpas, esas que la mayoría de las mujeres tienen una vez que salen a trabajar.
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